Muchas empresas y particulares recurren a estos profesionales para verificar el cumplimiento de las normas laborales, el control de la productividad o la investigación de posibles infidelidades.
El teletrabajo se ha generalizado a raíz de la pandemia de covid-19, lo que ha llevado a un aumento de la contratación de detectives para verificar que los empleados respetan su horario y no se dedican a otras actividades mientras trabajan desde casa.
“Algunas personas aprovechan para ir al gimnasio o a hacer la compra y dejan el ordenador conectado. Otras se llevan el portátil a la cafetería y lo dejan encendido para simular que están trabajando”, explica a Vozpópuli Carlos Farelo, director de investigaciones e inteligencia de Vestigere, una empresa de investigación privada. En declaraciones a este medio, afirma que este tipo de servicio no se solicitaba antes de la pandemia. “Se podría decir que se ha duplicado”, indica, también porque en España no estaba implantado el teletrabajo.
Por lo general, las empresas que deciden investigar a sus empleados suelen ser compañías internacionales con presencia en España. Además, Farelo asegura que los que incumplen el horario de trabajo son la minoría: “Hay algunos casos, pero en general la gente cumple con sus obligaciones”.
El teletrabajo no es el único motivo que ha impulsado la demanda de estos servicios. También para prevenir fraudes en los ERTE. “Nos encontramos con muchos ERTE fraudulentos, trampas de todo tipo, bajas simuladas de gente que finge unas lesiones y luego hacen vida normal y se van al gimnasio o a fiestas sin medidas de seguridad, gente que se declara insolvente y resulta que cobran ayudas, y luego mucha economía sumergida”, cuenta a este diario Francisco Álvaro, director de la empresa de investigación privada detectives Álvaro.
También se recurre a los detectives para verificar que las personas que dicen tener que hacer una cuarentena por covid-19 realmente la cumplen y no la usan como una excusa. En estos casos el servicio se solicita porque en muchas ocasiones el trabajo de los rastreadores no es suficiente para asegurar que se está realizando el aislamiento domiciliario. “Lo que más preocupa es el tema del coronavirus, de que se respete la cuarentena. Es más a nivel de prevención que de control, de que sus empleados sean responsables”, comenta Farelo.
Ante el aumento de la carga de trabajo derivada de esta situación, en Vestigere tuvieron que ampliar la plantilla el año pasado. Del mismo modo, Álvaro asegura que cada vez más gente solicita sus servicios. “Hemos notado un incremento, un 50% más que antes de la pandemia”, señala. En su caso, preguntado sobre el tipo de personas o empresas que se ponen en contacto con ellos para contratarles , asegura que con la crisis económica cada vez les llaman más clientes particulares. “Bufetes de abogados, notarías, compañías de seguros, incluso alguna empresa por un aumento de hurtos internos. La gente se lleva del trabajo todo lo que puede”,
La Asociación Profesional de Detectives Privados de España y la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) firmaron recientemente un acuerdo para reforzar los derechos de los autónomos que trabajan en el ámbito de la investigación privada y para, según Enrique Hormigo, presidente de la APDPE, “unir esfuerzos y medios para lograr una mayor visibilidad mediática e institucional del sector”.
1.200 investigadores privados en activo
En España hay 1.200 investigadores privados en activo y su actividad está regulada por la Ley 5/2014 de Seguridad Privada y el Real Decreto 2364/1994, que reservan su ejercicio a los detectives privados legalmente habilitados, según la APDPE.