El colectivo cree que es esencial que los rastreadores sanitarios se apoyen en ellos para hacer el seguimiento de contactos de cada paciente infectado: afirman que son capaces de detectar cuándo alguien está mintiendo y que incluso tienen autorización para realizar un seguimiento más detallado.
Los detectives privados se han ofrecido para colaborar como rastreadores del coronavirus, dedicados a averiguar con quién ha tenido contacto cada paciente infectado.
El seguimiento se hace mediante entrevistas telefónicas en las que, aseguran, podrían identificar cuándo alguien vacila o miente.
Además, a diferencia de los rastreadores sanitarios, tienen autorización para investigar más a fondo. Así, proponen al Ministerio de Sanidad poder unirse a los más de 2.300 rastreadores que ya han activado las comunidades.
En Madrid ya trabajan más de 400, en Cataluña 200 y Andalucía es la comunidad que más rastreadores pone en marcha: por encima de los 450. Los detectives afirman que es vital que puedan sumarse a este equipo de rastreadores para poder seguir la pista al virus.